Sí, a vos te hablo salamín.
A vos que ayer dijiste las palabras más cobardes de los últimos tiempos.
A vos que no sé con qué tupé la hiciste llorar a ella.
La pusiste triste; a ella, que tiene el corazón como un caramelo.
Rompiste uno de los buenos y esto no va a quedar así.
No va a quedar así.
¿Qué? ¿Acaso te creíste tan impune como para zafarla?
Ahora ponete los lompas y bancate de dorapa la que te toque:
Barney tiene sed de venganza...*
miércoles, 4 de agosto de 2010
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