miércoles, 23 de octubre de 2013

Carta Astral

Y de repente ya no pesa.
Se esfuma, desaparece.
De repente se destraba,
Y los viejos engranajes vuelven a funcionar.
Silentes. Constantes.

Llega alguien que solo conociste el instante antes de nacer
y dice:
"El año pasado tuviste un año de mierda, pero hace unos meses empezó a mejorar ¿cierto?"

Ahí, en ese puro instante, el cuerpo se anoticia de su leveza.
El elefante en los hombros ha cambiado de dirección, bendito sea.
Y la vida fluye como renovada,
Igual que siempre, pero con el reflejo del sol.