Hace tres meses que presté mi manta preferida y todavía no me la devolvieron.
Hoy la extraño más que nunca y no sé que hacer.
Si no se hubiera ido sería tan felix.
Volvé manta volvé.
No hay nada más difícil que vivir sin ti.
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2 comentarios:
Un claro indicio que el síndrome de Linus es más fuerte de lo que uno cree.
eso es solo el principio. El mundo está patas para arriba.
Yo, por ejemplo, ni se lo que es el síndrome de Linus, mire usted, y aquí estoy.
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