No se equivoca el que dice que Febrero es un eterno domingo. Claro que no, si es exacta esa sensación de fin de fiesta.
Pero los domingos se toma el té con amigas, se va al cine al anochecer, se mira el partido entre abrazos, se comen asados en familia, se pasea por Plaza Francia y se visita el barrio chino en bicicleta.
Así que vamos, hombre, agarre la heladerita y la sombrilla, cargue a la bruja y a los pibes en la máquina, y encare rumbo a la fantasía, que Febrero todavía está de oferta.
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2 comentarios:
Vamosh hombre que en febrero cumplimosh añosh losh acuarianosh!! y como ha dicho el buen Sergio "somos los mejores" muajaja
juajajua ese Sergio, es terrible! Humildad a la orden del día
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