miércoles, 11 de noviembre de 2009

El hombre de camisa rosa y ojos negros

Muy lejos quedaron las épocas en las que el Cien me llevaba jamón crudo y mollejas a la biblioteca nacional para reconquistarme; o el espíritu de ese cuadro donde dos personajes duermen, en anverso y reverso, soñando lo mismo. Muy lejos quedó el Cien, Mi Cien, el que supo tenerme dentro de su pecho por muchos años. No más recolector de habas en mis jardines.

Ayer me dijo que está próximo a formalizar una relación. Y aunque ya hace mucho que no sueño con Mateos ni con viajes a Bhutan, algo se me rompió...

Solo resta agregar que ella se llama Nicky.

2 comentarios:

Flapylicious dijo...

me preocuparía si vos fueses la misma que hace un tiempo atrás.

pero por suerte, no lo sos. por qué digo por suerte? porque evolucionaste, cambiaste, creciste. te hiciste más fuerte. viste lo que te gustaba de tu vida y fuiste por más, y lo que no te gustaba, lo cambiaste.

entiendo igual que algo se quebró. es lógico y sería preocupante que no te pase.

pero sabe que, ante todo, nadie te quita lo bailado y cuando mires para atrás, vas a darte cuenta de que jamás estuviste sola.

te amoooo tooooot!!

(L)

Feroz dijo...

Sorprendentemente ayer mi psyco dixit "¿y quién te dijo que vos sos la misma?" juajau Gracias posta, estoy bien igual. Era inminente y bueno, pero de verdad que no estoy mal.

Explicame lo del nombre? Truman tenés más letras?

Yo tb te adoro toot!! masa siempre!